viernes, 26 de octubre de 2012
Los que querían seguir a Jesús
8:18 Viéndose Jesús rodeado de mucha gente, mandó pasar al otro lado.
8:19 Y vino un escriba y le dijo: Maestro, te seguiré adondequiera que vayas.
8:20 Jesús le dijo: Las zorras tienen guaridas, y las aves del cielo nidos;
mas el Hijo del Hombre no tiene dónde recostar su cabeza.
8:21 Otro de sus discípulos le dijo: Señor, permítete que vaya primero y entierre a mi padre.
8:22 Jesús le dijo: Sígueme; deja que los muertos entierren a sus muertos.
Jesús calma la tempestad
8:23 Y entrando él en la barca, sus discípulos le siguieron.
8:24 Y he aquí que se levantó en el mar una tempestad tan grande que las olas cubrían la barca; pero él dormía.
8:25 Y vinieron sus discípulos y le despertaron, diciendo: ¡Señor, sálvanos, que perecemos!
8:26 El les dijo: ¿Por qué teméis, hombres de poca fe? Entonces, levantándose, reprendió a los vientos y al mar; y se hizo grande bonanza.
8:27 Y los hombres se maravillaron, diciendo: ¿Qué hombre es éste, que aun los vientos y el mar le obedecen?
Mateo 8:18-27
Amigo mío, Jesús puede calmar la tempestad de tu vida, búscale que el esta a la puerta. Escucha su voz y ábrele para que limpie tu corazón y lleve paz a tu alma.
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Espero que tu visita a este blog te sirva de algo después de leer su contenido y que Dios nuestro Señor te bendiga mucho.
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